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Complejo de Esclerosis Tuberosa: Qué es y que importancia tiene la genética

El complejo de esclerosis tuberosa ( CET o TSC) (Estas segundas siglas son correspondientes a la enfermedad en inglés) es un trastorno genético neurocutáneo hereditario que se caracteriza por tener la capacidad de adquirir distintas formas que involucran muchos sistemas de órganos, incluidos múltiples hamartomas.

Los hamartomas son también conocidos como tumores benignos relativamente comunes. Están hechos de tejidos normal en lugar de células cancerosas. Éstos se pueden hallar en el cerebro, en los ojos, el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones y la piel.

Cabe destacar que la expresión de la enfermedad varía sustancialmente, ya que cada caso es particular y único.

El diagnóstico de CET se puede realizar clínicamente o mediante pruebas genéticas, pero se recomiendan las pruebas genéticas cuando estén respaldadas con un diagnóstico clínico.

Genética

El complejo de esclerosis tuberosa (CET) es un trastorno genético autosómico dominante, esto se refiere a que el gen en cuestión se encuentra en uno de los cromosomas y que una sola copia del gen con la mutación es suficiente para que el trastorno se manifieste.

La incidencia es de 1 en 5000 a 10000 nacidos. Es causado por variantes patogénicas en los genes TSC1 o TSC2, lo que da como resultado la sobre activación de la vía mTOR,  conocida como la proteína que regula nuestro cuerpo y se encarga de construir células nuevas y destruir las que no sirven, por ello, a causa de esta sobreactivación se forman tumores benignos en múltiples órganos.

Trastorno «de nuevo» vs CET heredado

Se ha demostrado en diferentes estudios que el 80% de los casos de CET provienen de casos aislados, es decir, que no ha sido por herencia, siendo las variantes patógenas de TSC2 cuatro veces más comunes que las variantes patógenas de TSC1 entre los nuevos casos.

En los casos por herencia, tanto las variantes del TSC1 como las de TSC2 son aproximadamente iguales en los casos de CET. Hay varias explicaciones para los casos aparentemente no familiares. En la mayoría de los casos, estos resultan de una variante patógena en el óvulo o el espermatozoide antes de la fecundación.

Además, el progenitor puede ser un mosaico somático y que lleve esta variante patógena o un mosaico gondal, en el que se limita la línea germinal parental, en otras palabras, por herencia de otras generaciones. También en esta línea, puede haber más de un óvulo o espermatozoide que contenga la variante, lo que puede resultar que más de un/a hermano/a esté afectado por la enfermedad.

Finalmente, en un/a niño/a sin padres o hermanos afectados, el CET puede ser una variante patógena que se produjera después de la fertilización durante una de las primeras divisiones celulares.

Cabe destacar que ese individuo que padece la enfermedad, su descendencia tendrá un 50% de posibilidades de heredar CET.

La gravedad de la enfermedad en el CET puede variar sustancialmente entre los individuos afectados dentro de la misma familia y, en particular, de una familia a otra. Ya que esto conlleva a si el mosaico afecta leve o gravemente a la persona que padece CET.

El gen TSC1 y TSC2

Las variantes patogénicas en TSC1 representan aproximadamente el 25% de los casos de CET y las variantes patogénicas en TSC2 representan aproximadamente el 75% de los casos de CET.

El gen TSC1 proporciona instrucciones para producir una proteína llamada hamartina. Esta interactúa con una proteína llamada tuberina que se produce a partir del gen TSC2.

Estas dos proteínas ayudan a controlar el crecimiento, la división celular y el tamaño molecular. La hamartina y la tuberina llevan a cabo su función supresora de tumores interactuando y regulando una amplia variedad de proteínas. Cabe destacar que son supresores de tumores.

La hamartina se encuentra en el cromosoma 9 y la tuberina en el cromosoma 16.

Rol de mTOR

La vía mTOR es importante para regular las proteínas en respuesta a la nutrición, progresión del ciclo celular y respuesta a la hipoxia, conocido como el estado de deficiencia de oxígeno en la sangre, células y tejidos del organismo. Además, es especialmente importante para el crecimiento y desarrollo del cerebro, para las conexiones entre las células nerviosa, para cambiar y adaptarse con el tiempo en respuesta a la experiencia.

Es importante destacar que esta proteína interactúa con otras proteínas para formar dos grupos de proteínas distintos que son los mencionados anteriormente, es decir, el TSC1 y TSC2.

Gracias a esta proteína se ha podido desarrollar el inhibidor everolimus que es el primer agente para el tratamiento de pacientes con CET y para reducir el tamaño de los hamartomas.

En el siguiente post, nos adentraremos en las características clínicas.

Bibliografía

La información ha sido extraída y traducida del siguiente artículo:

Stephanie Randle, MD, MS. Tuberous sclerosis complex: Genetics, clinical features, and diagnosis. Digital platform: UpToDate. November 2022.

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